miércoles, 22 de agosto de 2012

Columna VIII

Lucro y asqueroso dinero.

Micropensamientos patrocinados por la pobre mente de un hombre fracasado. Pensando en el fin del mundo, nos llegará y el problema no es qué pasará, el problema es qué coño pasará después. Si "al final del día lo único que importa es ella", ¿qué importa al final del mundo? Lo mismo. Santo Dios, ahora mismo lo único que importa es ella. Te mantiene a flote, es un poco egoísta pero es algo con lo que vivimos y tenemos que soportarlo. Cada día lo piensas, la ausencia es la destrucción de todo lo que conoces. Lo peor es que los hombres pensamos que con el amor tenemos las cuentas saldadas.

Lucharía contra las más brutas fuerzas de la naturaleza para poder salvarla. Movería cielo y tierra, ofendería a esas fuerzas destructoras de mundos; la llevaría a lo alto del Éverest para salvar las aguas... y no seria suficiente. Estamos condenados desde el primer momento y vivimos con ello. No me importaría morir después de una vida feliz y completa, pero eso no es justo, ¿acaso es justo dejarles el relevo a las nuevas generaciones? Porque eso es lo que estamos haciendo.

Solo te diré una cosa, tengo un trato con el mandamás de allí arriba en el que me mandará a tomar por culo antes de que pueda vivir un solo segundo sin tu presencia en este mundo. Eso si es bonito, siempre tuyo...

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